martes, 8 de mayo de 2012

Baby Blues y Depresión Postparto: ¿cuándo es necesario hacer algo?



El embarazo, el parto y el posparto son periodos muy especiales para la mujer. En general se caracterizan por una mayor vulnerabilidad, por tanto, es muy normal que la nueva madre se sienta mal por una serie de cambios físicos, emocionales y sociales. Cuando todos estos trastornos implican un estado de sufrimiento que se traducen en problemas personales, de pareja o familiares estamos delante de una condición médica que puede ser más o menos graves. Para saber qué hacer cuando se presenta un estado de sufrimiento después del nacimiento de un bebé es necesario primero hacer un diagnóstico correcto. Es importante distinguir lo que se llama Baby Blues de la Depresión Posparto. Para ello, me pasaré a explicar las diferencias que son fundamentales para reconocerlas: síntomas, causas, inicio y duración. Esta información será útil para saber si usted necesita tomar mediad y cuáles.




BABY BLUES es un estado de malestar interno que experimenta la nueva madre.
                                                                                  

                                                                                   
                                                                                   ¿Cómo se reconoce? 
Uno de los rasgos distintivos es un estado de ánimo bajo con la la tendencia al llanto, dificultad o incapacidad de concentración, tristeza, sentimientos de fracaso y ansiedad generalizada.
¿Cuáles son las causas?
Suele ser el resultado del estrés causado por el trabajo psico-físico del parto o del puerperio (privación de sueño y trastornos hormonales), nuevas responsabilidades que se experimentan con la ansiedad, la falta de experiencia, imprevisto o conflictos en la familia.
¿Cuánto dura?
Su aparición generalmente ocurre en la 1 ª semana después del nacimiento y dura en promedio unos 10 a 15 días.





¿Qué hacer?
Aunque es muy frecuente (50-85%), no requiere ningún tipo de intervención terapéutica, ya que es un trastorno transitorio y de corta duración. Sólo tenga en cuenta la naturaleza de la enfermedad y permitase que pase.

La DEPRESIÓN POSTPARTO se presenta con una forma más grave, afecta a una madre de cada ochomadres y es una verdadera enfermedad que si no se trata puede convertirse en un trastorno crónico.

¿Cómo se reconoce? 
Síntomas como las alteraciones del sueño y del apetito, la disminución de la libido, el estado de fatiga y cambios de humor son normales en el postparto. Es por eso que usted necesita concentrarse en otros síntomas, algunos de los cuales comparte con la depresión típica, así como comúnmente se conoce, pero con algunas peculiaridades que las diferencian: inestabilidad emocional, irritabilidad, estado de ánimo constantemente negativa, excesiva preocupación o ansiedad, pérdida de la capacidad de concentrarse en el presente y disfrutar, el dolor y debilidad muscular, sentimientos de rechazo hacia al niño, sentirlo como una carga, la falta de emoción hacia él, la preocupación obsesiva para la salud del pequeño, sentimientos de incapacidad en el cuidado del bebé, sentirse una madre y esposa inútil, aversión hacia la propia pareja, falta de concentración en las cosas cotidianas que van desde la simple interacción al el cuidado del bebé.
En algunos casos, también aparece un trastorno obsesivo-compulsivo postparto que da lugar a sentimientos de resentimiento hacia el niño, puesto que se le considera la causa de sus problemas. Estas mamás tienen miedo a hacer daño al bebé y no quieren estar a solas con él por miedo a herirle (no por casualidad). Miedo a estar en la cocina con el bebé (acuchillarle), a bañarle (ahogamiento) o mantenerlo en sus brazos (dejarle caer o sofocarle). Estas madres experimentan estos pensamientos intrusivos con la terrible ansiedad y no suelen decirlo a nadie por temor a ser juzgadas "malas madres". En estos casos se habla de la depresión sonriente, para describir la apariencia normal de algunas madres deprimidas que están experimentando un fuerte estado de sufrimiento interno y a pesar de esto parecen aparentan satifacción hablando con otras personas.

Inicio y duración. 
La depresión posparto generalmente se manifiesta así alas 3 ó 4 semanas después del parto para consolidarse como un verdadero problema después del 3º mes y podría extenderse a más de un año. En algunos casos, si no se trata a tiempo puede convertirse en crónica.

Causas.
Aunque las causas se deben a un conjunto de variables, siempre suelen están implicados los factores hormonales (tiroides y de tipo sexual), factores físicos (complicaciones obstétricas, la fatiga causada por el ritmo impuesto por el niño), psicológicas (personalidad con una baja autoestima o cierto perfeccionismo, embarazo no deseado), los factores sociales (edad, la inexperiencia y la falta de apoyo, problemas familiares), los factores cognitivos (expectativas poco realistas acerca de ser madre o del bebé). También el tener un bebé irritable puede ser un factor importante.

                                                                           Consecuencias. 
La madre deprimida no tiene ni el deseo ni la energía para tener una relación afectiva con su hijo, ni con los demás. Se siente aislada e incomprendida, pero al mismo tiempo, no se siente cómoda expresando sus propios sufrimientos hablando con los demás, lo que no hace más que retroalimentar su sentido de aislamiento. Suelen pasar la mayor parte del día con preocupaciones obsesivas, sentimiento de fracaso, incompetencia y pensamientos sobre la muerte (la suya o de su hijo).
La relación con tu pareja se ve seriamente comprometida. Aunque habría que ver si los problemas de pareja son la causa o la consecuencia de una depresión post-parto. Muchos estudios han encontrado que a menudo los maridos de madres deprimidas describien la pérdida de la relación con su mujer antes del episodio depresivo. Estos hombres refieren una sensación subjetiva de que su pareja se había convertido en una persona totalmente diferente de la que conocían. Los esposos percibe esta situación como "una pesadilla" e intentan, sin éxito, ayudar a sus mujeres. También hablan del miedo a las reacciones inesperadas de sus mujeres y de un sentimiento de infravaloración, como si ellos fuesen una presencia inútil.
La depresión posparto puede tener un impacto significativo en el desarrollo cognitivo y emocional del niño. Las madres deprimidas generalmente interactuar menos con sus bebés, la comunición se ve alterada lo que hace que el bebé recibe menos estímulos y obstaculiza la creación del vínculo entre madre e hijo. Si el padre participa activamente en el cuidado del niño el impacto de la depresión materna en el bebé será menor.

¿Qué hacer? 
La depresión posparto es una enfermedad grave que requiere tratamiento urgente. Si no se trata rápidamente, la duración media puede ser de 7 meses a más de 1 año, hasta la posibilidad de convertirse en crónica.
Por tanto, es esencial aprovechar de todos los recursos sociales y profesionales que tenga a su alcance: pareja, familia, amigos, médicos, psicólogos.

Las opciones de tratamiento
La Psicoeducación siempre forma una parte importante del tratamiento. Consiste en explicar a la recién mamás y, cuando sea posible, incluso a los recién papás todas las características de la depresión posparto, por lo que la madre no se siente culpable, sino más bien en derecho de pedir ayuda y apoyo profesional a su terapeuta y personal a su cónyuge. También no se tiene que olvidar el papel fundamental que desempeña el poder recibir apoyo en las tareas domesticas y en el cuidado del niño. Por ejemplo que miembro de la familia lleve a pasear al bebé mientras la mamá descansa o se permite un momento de desahogo, si es necesario.
La depresión posparto puede quedarse en trastorno transitorio si se toman medias a tiempo, donde la recuperación total es directamente proporcional a la tempestividad de la intervención terapéutica. Es esencial trabajar junto con la mamá o la pareja, detectando las causas y posibles soluciones alternativas con la finalidad de tranquilizar a ambos cónyuges en relación al hecho de que la madre volverá pronto a ser como antes.

 La psicoterapia se ha demostrado ser el tratamiento más eficaz, así como la opción preferida por las madres que sufren de depresión posparto, especialmente para aquellas que quieren amamantar a sus bebés, ya que es una buena alternativa a la administración de psicofármacos.
La terapia interpersonalse centra en los problemas del postpato, tales como la relación con el niño, la relación de pareja, la adaptación al nuevo rol o la vuelta al trabajo. Este enfoque terapéutico ha demostrado ser útil, ya sea en modalidad individual, que de pareja o de grupo.

La terapia de grupo, en particular, presenta algunas ventajas:
  • Reduce el aislamiento de las madres
  • Información y educación de las madres
  • Permite a las madres centrar la atención en sí mismas y en sus necesidades básicas, la forma de cuidar de sí mismas, comer, dormir, etc.
  • Supone un apoyo a la terapia individual
  • Fomenta la esperanza hacia el futuro

(Artículo de Sonja Sampaolesi, psicóloga de APP Atención Psicológica y Psicoterapéutica)



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