Hay muchas
maneras de trabajar, pues depende de la orientación del terapeuta y, por
supuesto, de su estilo absolutamente personal puesto que cada persona es un
mundo, y eso vale tanto para los pacientes como para los terapeutas.
Con esta premisa
os explicaremos cómo trabajamos nosotras, para que tengáis en cuenta que pueden
haber pequeñas diferencias.
En la primera
sesión se recoge toda la información acerca de la persona y del motivo que la trae a terapia, lo que el
paciente definiría comúnmente problema.
Entre el cliente
y el terapeuta se establecerán unos objetivos
a cumplir en terapia. Los objetivos pueden ser muchos en una misma terapia
y cada paciente tiene necesidades diferentes. El paciente expresa cuál es su
malestar y qué necesitaría para sentirse mejor y el terapeuta valorará si son
objetivos realísticos y propondrán lo que considere oportunos. En general todo
el trabajo terapéutico es una continua negociación
de retos y objetivos entre paciente y
psicólogo.
Algunos ejemplos
de demandas terapéuticas:
“solucionar mis problemas de pareja”; “cambiar de trabajo”; “aprender a vivir
con las decisiones que tomo”;”estar más tranquila/o”; ”poner orden en mi vida”;
“quitarme las angustias”; “vivir el presente”, “elaborar un duelo;
“independizarme”; “superar un maltrato sufrido”; “cambiar algunos aspectos de
mi carácter”; “superar la timidez”; “ser más asertiva/o”; "educar a los hijos";etc.
Pero en general
el objetivo a largo plazo de cualquier paciente y en cualquier terapia, independientemente
del enfoque y del terapeuta, es el
bienestar de la persona.
Si la terapia tiene éxito la persona
tendrá los recursos suficientes para que ella, por si misma, pueda manejar sus
dificultades.
La frecuencia de
las sesiones (que duran una hora) puede variar.
La terapia puede
ser Individual, de Pareja, Familiar o de Grupo,
según las necesidades del/los paciente/s y las recomendaciones del terapeuta.
En algunos
casos, siempre y cuando paciente y
terapeuta estén de acuerdo, se pueden combinar sesiones de terapia individual con
las de pareja o de familia o bien se pida la participación (con la presencia
física o con cartas, etc.) de la pareja o de algún familiar. Otras veces se
pueden alternar sesiones individuales a las de terapia grupal.
Es muy habitual
pedir al cliente que realice tareas
fuera de la hora de terapia, (escritos, actividades, reflexiones, etc.) que
serán muy útiles y ayudarán a conseguir los cambios deseados. Estas tareas serán siempre acordadas con el cliente, nunca
impuestas.
Nuestra
orientación es de tipo constructivista, conductual, cognitiva y
sistémico-relacional (conocida como familiar), pero en general solemos adaptar
las técnicas psicológicas a las necesidades y características de cada cliente. Tratamos
de abordar cada caso de una forma muy personal, haciendo que nuestras
herramientas profesionales nos permitan ajustarnos al paciente, y no al revés. Lo
más importante, en cualquier caso, es trabajar desde una relación terapéutica
basada en la comprensión, calidez y confidencialidad.
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