martes, 8 de mayo de 2012

¿Cómo mejorar la comunicación?


Tener un buen estilo de comunicación puede ser de gran ayuda para superar los momentos de dificultad social. 


Aquí van algunas sugerencias:


1) Prestar atención a las señales no verbales.

A veces nos centramos en lo que alguien está diciendo, pero no prestamos atención a lo que esta persona nos está comunicando con el cuerpo: sus expresiones, su postura, la distancia que necesita de nosotros, cómo nos mira o nos estrecha la mano. Estos son factores capaces de integrar de una manera más completa el contenido de los mensajes que el orador está enviando. Observar a los demás también pueden ayudarnos a tomar conciencia acerca de nuestro comportamiento.


2) Fijarse en las conductas "incongruentes"
Es muy importante para entender si una persona es verdaderamente sincera con nosotros, para hacerlo hay que aprender a ver si hay similitud entre su lenguaje verbal y gestual.
Ejemplo: una persona que con las palabras nos dice que está tranquilo y se siente cómoda, pero luego la veo con los brazos y las piernas entrelazadas, o tamborilear con los dedos en un libro. Este es un comportamiento incoherente que es interesante analizar para comprender cuáles son los verdaderos pensamientos de la persona. 

3) Centrarse en el tono de voz
Incluso el tono de voz de una persona nos dice mucho de ella. Por ejemplo, en los momentos de dificultad, esto disminuye o aumenta de manera significativa, lo cual es muy útil para entender algo más sobre cómo el hablante se refiere a lo que dice. También deberíamos centrarnos en nuestro tono de voz, aprender a expresar bien las palabras y hacerlo por ejemplo en un tono más alto cuando queremos comunicar un mensaje que queremos se entienda bien.

4) Utilizar el contacto visual
Mirar a una persona con insistencia a los ojos es algo impopular, o se utiliza solo para hacerle saber que tenemos un interés especial en ella. En cambio incluso en situaciones normales es bueno mirar a los ojos a nuestro interlocutor haciendo de vez en cuando una pausa de cuatro o cinco segundos y no más.

5) Interrumpir
Es cierto que interrumpir a nuestro interlocutor puede ver como mala educación, pero a veces estas "pausas" ayudan tanto al hablante como a su interlocutor a continuar en sus discursos porque representan reacciones positivas y es un señal de interes. Nos hace dar cuenta de que el oyente se está centrando el lo que decimos, lo comprende y tiene preguntas.

6) Tener siempre en cuenta el contexto
En algunas situaciones necesitamos ser formales, en otras podemos permitirnos el lujo de ser más espontáneos: la gente debe considerarse según el contexto en el cual se mueve. Por encima de todo tenemos que entender cuáles son las conductas adecuadas a los contextos. La excesiva rigidez no ayuda: tenemos que cambiar la forma de hacer de acuerdo con el contexto en el que se actúa.

7) Practicar, practicar mucho
Si realmente queremos mejorar nuestra comunicación, todas las oportunidades para las reuniones sociales deben ser el enfoque correcto para ponerse a prueba y poner en práctica todas estas sugerencias. Así podremos conseguir y mejorar las habilidades sociales que luego, con el tiempo y la práctica, se convierten en hábitos

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